El SAD: vente años de servicio a las personas con discapacidad física

10/02/2017

Hace 20 años que MIFAS ofrece el Servicio de Ayuda a Domicilio para personas con discapacidad física de la demarcación de Girona. En concreto, fue el día 11 de febrero de 1997, y desde aquel día, 418 personas se han beneficiado del programa.

El 11 de febrero de 1997 es una fecha relevante para Grup MIFAS. Gracias a la ayuda económica de la convocatoria del IRPF del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, se ofrecía por primera vez el Servicio de Ayuda a Domicilio, un servicio dirigido a personas que, por su discapacidad física, no pueden realizar por si solas, muchas de las actividades de la vida diaria necesitando ayuda de tercera persona, la Asistente Personal, que les ayuda con la higiene personal, ir a comprar, realizar la limpieza del hogar, ayuda en las comidas, entre otras.

Así pues, con el SAD, se ofrece un servicio preventivo que evita situaciones de riesgo social o deterioro de la persona, favoreciendo la inserción el su entorno habitual, complementando la red familiar y otras redes informales con les que cuente.

Desde entonces, 418 personas de la demarcación de Girona han disfrutado del servicio.

De cómo ha mejorado la vida de muchas personas, gracias al Servicio de Ayuda a Domicilio, nos habla Joana de Begur, una socia de MIFAS que usa el servicio desde el año 2014 y que nos muestra su testimonio.

P: Sra. Joana, gracias por dejarnos tener el placer de escuchar su testimonio.  Si le parece bien, comenzamos explicando un poco cual era la situación que tenía antes de que se iniciara el servicio de atención a domicilio.

R: Pues era una situación que debido a  mi falta de movilidad física,  cada vez se iba agraviando más. La ONCE, mis hijos están afiliados, nos recomendó dirigirnos a MIFAS para ver si podíamos solucionar algún de mis problemas. Uno de ellos ya se ha solucionado bastante, ya que me has facilitado una persona que nos ayuda con las tareas de la casa. En estos momentos ya es imposible hacerlas por mi sola y mi marido tampoco porque también se encuentra en una situación física muy delicada. Pues esto nos lo ha solucionado mucho la calidad de vida en el sentido que, como mínimo, tenemos la casa bien y una persona que si necesitamos que nos ayude, siempre está dispuesta.

P: Así pues, desde la ONCE la derivaron a MIFAS, y usted ¿qué pasos siguió para solicitarlo? Cuéntenos un poco esto.

R: Yo me dirigí a MIFAS contando que la ONCE me había derivado. Después, una trabajadora social de la entidad vino a nuestro domicilio y comprobó que todo lo que se había dicho era cierto. Comprobaron los certificados de discapacidad y de incapacidad absoluta que tengo resueltos y a partir de aquí nos concedieron la ayuda que, dentro de lo que nos ofrecieron, era lo que más necesitábamos: la ayuda de asistencia en el domicilio. Y hasta ahora continuamos con la ayuda y, suerte de MIFAS. ¡Esperamos que sea para muchos años, mientras estemos vivos!

P: ¿Cuántos años hace, Joana, que disfruta de este servicio?

R: Pues ahora me has pillado… hace dos años y un poco más. No lo recuerdo exactamente.

E: ¿Y cómo fue el primer día que vino la trabajadora? Para contar a otras personas las primeras sensaciones, ya que es muy natural tener cierta reticencia a que una persona nueva entre en nuestro  hogar… ¿Cómo se coge la confianza hacia la persona?

R: Yo creo que la confianza se va cogiendo con el día a día, en el comportamiento de esta persona, vas hablando con ella, la vas conociendo… Sobretodo ella nos insistió en que estuviéramos tranquilos porque de cara a la empresa por la que trabajan, lo que menos  necesitan, es que alguna persona beneficiaria del servicio tenga alguna queja de ellos. Esto podría suponer una pérdida del trabajo, ¡Con la dificultad actual que hay para encontrar un empleo..! Después con el día a día la vas conociendo y vas viendo que es una persona muy solidaria, que se da cuenta de que tienes un problema físico y que, cuando está aquí siempre está atenta de si puede ayudarte en alguna cosa. La verdad es que a veces sobrepasa sus obligaciones, por bondad, por pura bondad.

Estamos  muy contentos de esta trabajadora, hace mucho que la tenemos. Tanto es así que, si alguien pregunta, la recomendamos.

P: Por último, ¿por qué motivos recomendaría este servicio de MIFAS a otras personas que lo necesiten? Para saber en qué le repercute a usted este servicio.

R: Yo lo recomendaría porque MIFAS también hace seguimiento. Porque es lo que decimos, cuando una persona está muy dentro de una casa y va cogiendo confianza, como diríamos vulgarmente no dar palo al agua. ¡Que no es nuestro caso, al contrario, cada día diría que trabaja más! Pero el resultado es que lo recomendaría en el sentido de que MIFAS asegura que no tiene que haber ningún problema porque siempre habrá un seguimiento detrás, un seguimiento donde estarás emparado ante cualquier problema que tengas. ¡Y esto ya es de confianza, que ya es mucho!

P: Muchas gracias, Joana. ¿Alguna cosa más que añadir?

R: Pues que se puedan continuar realizando las tareas que MIFAS desempeña, que son muy necesarias en este mundo en qué hay muchas personas con discapacidad física. Por lo que parece cada vez hay más y con menos recursos.

Recordamos que estos proyectos se llevan a cabo gracias a la aportación del contribuyente que cada año, decide a qué quiere destinar sus impuestos cuando realiza la declaración de la renta. En concreto, marcando la casilla “Fines Sociales”, el 0,7% del IRPF se destina a la realización de programas que llevan a cabo

Recordem que aquests projectes es duen a terme gràcies a l’aportació del contribuent que cada any, decideix a què vol destinar els seus impostos a l’hora de realitzar la declaració de la renta. En concret, marcant la casella “Fines Sociales”, el 0,7% de l’IRPF es destina a la realització de programes que duen a terme les entitats socials que lluiten contra l’exclusió social.

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